La característica voz rasgada de Pink fue el verdadero "efecto 2000" del cambio de siglo. Alecia Moore irrumpió en el Olimpo de las divas pop en un momento en el que Christina Aguilera y Britney Spears ya pisaban los talones en Madonna. Sus peinados extravagantes y su magnetismo por los hits rompecapistas espolearon a cantantes como Dua Lipa, Katy Perry o Adele a dedicarse a la música. El productor habitual de esta última, Greg Kurstin, trabajó con ella hace una década en "Try", una canción que apela a la necesidad de tomar riesgos en el amor. La adaptación catalana, "Luchar", es más bien un himno a la perseverancia, con la sensibilidad de lo mejor de las teclas y cuerdas catalanas: el trío DonesStrings, la pianista Laura Andrés, el cuarteto de cuerda Billows y la voz de la cantante y violinista Marina Prades.